jueves, 23 de octubre de 2008

Ceguera indirecta*

Amoroso benedicto
Pero que ciego es
Ves crueldad al frente de tu continente
¿Y que haces?, nada
No velas por tu pueblo
Por la gente que cree en ti
Por los distintos a ti
¿Qué pasa con África?
Ese continente está en tu olvido
Es mejor seguir usando tus túnicas, anillos y muebles de gran dineral
De todas maneras tú no lo pagas
A ti todo te lo dan
¿Y qué pasa con los niños?
Que tienen hambre y sed
Tú, ¿tomas agua diaria?
Ellos no, y les encantaría tenerla
¿Comes?
Ellos sí pero un pan que les tiene que durar una semana
¿Tú ruegas?
Ellos ya no ruegan pues se cansaron de pedir ayuda
¿Tu vez?
Parece que no tu ceguera ficticia no te deja ver más allá
¿Tú lloras?
Difícilmente pues no tienes problemas
Ya que eres una santidad que nadie puede tocar
Porque estas impune de ver mas allá de tu castillo en forma de
IGLESIA.

2 comentarios:

Ninoska dijo...

oh my diar god!
ojala algun dia dios lo perdone por lo que hace.. no solo el sino toda la iglesia... el es solo la cara visible de algo que lleva años igual...
y pensar que el es dios en la tierra... ja... solo me limito al ja..

te kero arto y sigue escribiendo cosas bakanes :)

xauusss

Ernesto meza Fuentes dijo...

katy¡¡¡, primero que nada te felicito, me encanto tu blog, yo no tengo el coraje para hacer algo asi, para escribir lo que pienso y sobretodo lo que siento. felicidades, de verdad¡¡¡.
ahora...estoy totalemnete de acuerdo con tu idea de quienes predican sobre pobreza y hambre y lo hacen desde cunas de oro no pueden sentir realmente el dolor de quien lo padece. Y en ese punto opino que la iglesia católica esta equivocada y autoencegecida por cuestiones de poder,por eso ya no soy católico, porque me di cuenta de las tremendas contradicciones en las que cae. Se supone que jesús fué un hombre humilde, en todo sentido y sobretodo humilde de corazón, que vivió lejano de la sobervia y lo pomposo y que finalmente fundó su iglesia en Pedro, en un hombre, en todos nosotros, no en un templo de roca y cemento, no en basílicas de mármol y oro. La iglesia de Dios somos todos y cada uno de nosotros, nuestro propio cuerpo, un templo en el cual habita y se manifiesta Dios, pues somos su propia imagen y semejanza. Y la pobreza o el hambre no se soluciona con discursos eclesiásticos, se soluciona con medidas eficaces, no a corto plazo, pero que vayan más allá del mero sermón.
Coincido plenamente contigo,,,
un besote¡,
nos vemos¡¡